Derribando al enemigo

Nehemías 4:14
“Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.”

ALGO EN QUÉ PENSAR

Nehemías es un gran ejemplo de cómo Dios puede usar nuestras vidas para bendecir no sólo a las personas que están a nuestro alrededor, sino para cambiar el destino de una nación. Él sabía que era tiempo de actuar, de asumir el compromiso y de motivar a otros para cumplir una difícil, pero importante tarea. Nuestro trabajo estos 52 días es hablar con las personas que nos rodean e involucrarlos en este trabajo importante de reconstruir el muro de Bogotá, orando por el futuro y bienestar de nuestra ciudad, pero también votando por las personas correctas que Dios ha escogido para este tiempo.

DESARROLLO

1. TRABAJAR CON ENTUSIASMO
“Así que reconstruimos las murallas de la ciudad, aunque tan sólo a la mitad de la altura que debía tener. Pero lo que hicimos lo logramos porque el pueblo trabajó con mucho entusiasmo.” (Nehemías 4:6 PDT).

Después de obtener el favor del rey para su viaje a Jerusalén, Nehemías sabía que tenía un tiempo muy limitado y debía moverse rápidamente para que la reconstrucción del muro se hiciera en corto tiempo. Sabía que tenía cincuenta y dos días para cumplir su meta; no podía perder ni un solo instante y trabajó por ello noche y día para lograrlo. No desmayó ni se debilitó hasta que alcanzó lo que se propuso. Desde un principio, Nehemías comprendió que para lograr una tarea que nadie había conquistado durante muchos años, debía cuidar el ánimo del pueblo. Fue así que pudieron avanzar hasta la mitad de la gran conquista.
Hoy debes fortalecerte en el Señor y en el poder de Sus fuerzas (Efesios 6:10). No aceptes el desánimo que el enemigo ha querido traer a través de diferentes circunstancias; el Padre está a tu lado como Poderoso Gigante para defenderte.

2. VENCIENDO LOS ENEMIGOS

Cuando habían avanzado en su conquista, el enemigo se levantó para quitarles la fuerza y el ánimo. Quiso infundirles temor para quitarlos del propósito divino. “Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado y el escombro es mucho; no podremos reconstruir el muro” (Nehemías 4:10).

1. Quiso traer desánimo ” … las fuerzas de los acarreadores se han debilitado…”
2. Quiso robarles la visión “… y el escombro es mucho…”
3. Quiso traer desesperanza “… no podremos reconstruir el muro”.

Nehemías sabía que Dios lo había llamado a hacer la obra completa y que no podía dejar que el escarnio y burla del enemigo los detuviera. Fue cuando unió al pueblo por familias y comenzaron a trabajar en equipo; mientras unos construían, otros vigilaban y los motivó a orar y no temer. ” Entonces puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos, por las partes bajas del lugar, detrás del muro y en los sitios abiertos. 14 Después miré, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo:—No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas” (Nehemías 4:13-14).

Fue necesario que el pueblo mantuviera un buen ánimo y que se uniera a Nehemías en su labor constante, inclusive hasta llegar al punto de ni siquiera cambiar sus atuendos y desvestirse solo para bañarse. De este modo, todos trabajaron y nadie se desvió de la visión.

DESAFÍO

Esto es una enseñanza de lo que debemos hacer: orar para que todo obstáculo sea removido y para que toda oposición sea quitada de en medio, y de este modo, se pueda llegar al final con éxito, declarando que la Sangre de Jesús nos ha dado completa victoria.
Esta semana involúcrate en el reloj de oración de tu ministerio. Recuerda que todos estamos construyendo una parte importante del muro. Habla con tu líder para sumarte a esta sublime tarea.

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