Tu eres el líder de este tiempo

Cuando hablamos de líder tal vez nuestra mente está programada solo a pensar en un líder de un grupo pequeño o de una célula. Este año Dios ha renovado muchísimo mi mente acerca del liderazgo. Al comenzar el año la verdad me sentía un poco estancada ministerialmente. Como que hacía muchas cosas pero veía pocos resultados. Yo comencé a orar: “Señor no se que hacer, por favor guíame ya que me siento que estoy dando vueltas a lo mismo.” Una de las cosas que yo hacía era que me fijaba en los errores de mis discípulos y no en los míos. Yo decía: “es que la gente llega muy tarde a la reunión, es que debe ser que están ocupados y no les puedo exigir mucho, es que tienen hijos” me di cuenta que yo misma creaba los obstáculos en mi mente.

Lo primero que Dios me llevó a ver fue que el cambio comienza conmigo. “Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba” Salmo 133:2. Los resultados mediocres que estaba viendo era culpa de mi liderazgo. Dios nos dice que el óleo o la unción primero cae sobre el líder (la cabeza) y después desciende hacia la barba. Hasta que nosotros como líderes no decidamos que continuamente nos tenemos que estar evaluando no va a suceder nada. Una cosa que comencé a hacer es que comencé a estudiar de nuevo en la universidad. (La verdad me daba mucha pereza después de haber dejado el estudio por 10 años) Pero ha sido una tremenda bendición. También comencé a escuchar estudios y a leer libros acerca de liderazgo que comenzaron a renovar muchísimo mi mente. John Maxwell habla de la ley de la tapa: “Reconocer que mi organización o ministerio tiene una tapa y que lo más seguro es que sea yo”

Lo otro que aprendí es que el liderazgo es una decisión. Nadie nace cómo líder. El liderazgo es algo que se aprende cuando se toma la decisión. Las personas anhelan ser orientadas en la dirección correcta. Ellos necesitan escuchar a alguien que los inspire y motive a conocer a Jesús y a tener grandes metas.

Lo tercero que debe tener el líder es el servicio. El verdadero líder es el que sirve a los demás. El liderazgo tradicional se trata del líder arriba y los discípulos abajo. El liderazgo de servicio es al contrario. Los discípulos están por encima y los líderes les están sirviendo. Este concepto de liderazgo muchas veces es difícil de entender ya que la mayoría de personas quiere llegar a la cima para que otros le sirvan. “A la gente no le interesa lo que tu sepas hasta que sepan que si le importas” (John Maxwell). “No había necesitados entre ellos, porque los que tenían terrenos o casas los vendían  y llevaban el dinero a los apóstoles para que ellos lo dieran a los que pasaban necesidad.” (Hechos 4:34-35) La iglesia primitiva nació con el espíritu del servicio. Se servían los unos a los otros. Porque lo hacían? Por una causa: “expandir el evangelio” Era tanto la pasión por la obra que estaban dispuestos hasta a dar sus vidas por el evangelio. Tenían tremendos líderes como los apóstoles quienes los guiaban a través de sus enseñanzas y de su servicio.

Hoy te quiero enfatizar que tu si eres el líder para este tiempo. Lo que el mundo necesita es líderes con temor a Dios que se atrevan a creerle a Él.

Si eres líderes de célula estos son algunos TIPS que puedes hacer para mejorar:

  • Prepara muy bien el mensaje que vas a predicar
  • Prepara muy bien el ambiente y los detalles dentro de tu célula
  • Ten reportes claros de tu ministerio (cuantos ganaste, cuantos asistieron)
  • Hablales de la visión que tienes para este año

 

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