El Precio Del Llamado
Génesis 12:1-2
“1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”
ALGO EN QUE PENSAR
Hay algo particularmente especial en esta palabra: fue la promesa que Dios le dio a nuestro pastor César Castellanos con respecto a lo que quería hacer ministerialmente en su vida. Fruto de recibir y creer a esta palabra, nace la Iglesia Misión Carismática Internacional, donde miles de vidas y familias han sido bendecidas, restauradas y han llegado a tener un encuentro genuino con Jesús. Han sido más de 35 años construyendo este sueño y donde se ha pagado un alto precio para ver una ciudad y una nación transformada y rendida a Dios.
Es importante entender que esta promesa también es para ti, y que no importa cuán grandes o pequeños sean tus comienzos, Dios te quiere llevar a un nuevo nivel en tu vida, quiere que vayas de gloria en gloria y que seas bendecido en todo lo que emprendas y representes.
DESARROLLO
Nuestra vida espiritual es definida por nuestra capacidad de obedecer y de seguir cada mandamiento que Dios nos da. Por esa razón, Dios le pidió a Abram tres cosas importantes, que se resumen en tres áreas claves que definen nuestra vida y nuestro destino:
1. DEJA TU TIERRA
Cuando una persona decide dejar su tierra natal para establecerse en otra nación, se puede tornar difícil adaptarse a las nuevas costumbres, debido a que la cultura de su tierra la lleva arraigada a su estilo de vida. Dios le estaba pidiendo a Abram que dejara el lugar donde había nacido y crecido, para establecerse en una tierra que él no conocía.
Hay momentos donde Dios probará nuestra obediencia pidiéndonos algo que amamos: un lugar, un plan, un sueño personal, porque es la única manera de demostrarle a Él cuánto le amamos y cuánto estamos dispuestos a dejar por Él.
Muchas veces la tierra representa ese lugar seguro donde estamos acostumbrados a estar, donde no nos implica depender de Dios. Por eso el Señor nos incomoda para que le busquemos, porque Él anhela que como ciudadanos del Reino Suyo, adoptemos su cultura: santidad, perdón, amor, justicia, verdad, paz, etc.
2. DEJA TU PARENTELA
En otras palabras, Dios le estaba diciendo a Abram que dejara su familia. Al leer toda la historia de este gran hombre de Dios, nos encontramos con un pasaje donde Dios le pide que se aleje de su sobrino Lot, ya que Dios había destinado un plan más grande para Abram.
Génesis 13:6-7 NVI
“6 La región donde estaban no daba abasto para mantener a los dos, porque tenían demasiado como para vivir juntos. 7 Por eso comenzaron las fricciones entre los pastores de los rebaños de Abram y los que cuidaban los ganados de Lot. Además, los cananeos y los ferezeos también habitaban allí en aquel tiempo. 8 Así que Abram le dijo a Lot: «No debe haber pleitos entre nosotros, ni entre nuestros pastores, porque somos parientes. 9 Allí tienes toda la tierra a tu disposición. Por favor, aléjate de mí. Si te vas a la izquierda, yo me iré a la derecha y, si te vas a la derecha, yo me iré a la izquierda».”
El significado del nombre Lot es velo, lo que da a entender que para la vida de Abram su sobrino estaba siendo una piedra de tropiezo para alcanzar la promesa divina.
Es importante recordar cuál debe ser el orden de prioridades en nosotros para vivir de manera equilibrada:
+Dios
+Tú
+Familia
+Ministerio
+Trabajo o estudio
La familia está en el tercer lugar de prioridades, pero hay muchos que ponen a la familia (esposos, hijos, padres) por encima de todo. Vale la pena que le pidas a Dios tener una vida equilibrada, donde puedas ser de bendición para tu familia, pero donde ellos no ocupen el lugar que le corresponde a Dios en tu diario vivir.
3. DEJA TU CÍRCULO DE INFLUENCIA
1 Corintios 15: 33-34 NTV
“33 No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque «las malas compañías corrompen el buen carácter». 34 Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar. Pues para su vergüenza les digo que algunos de ustedes no conocen a Dios en absoluto.”
De acuerdo al círculo de influencia o de amigos que nos rodean, es nuestro comportamiento y nuestro carácter. Por eso la palabra es clara al respecto: el apóstol Pablo enseña cómo las malas amistades afectan nuestro carácter, porque cuando son personas que no tienen el temor de Dios, o que no están enfocados en crecer en la comunión con Él, llegan a influenciar negativamente y aún nos pueden llevar a fallarle a Dios.
Debemos pedirle al Señor que, por medio de la sangre que brotó de Sus pies, nos permita estar siempre con las personas correctas, en el tiempo correcto, en el lugar correcto.
ORACIÓN Y MINISTRACIÓN
- Antes de iniciar el tiempo de oración, tomen un momento para leer nuevamente la promesa inicial de Génesis 12:1-2. Es importante que puedan memorizar el verso 2.
- Visualizando la cruz, llévalos a tener un tiempo de arrepentimiento, donde puedan confesar en qué áreas han permitido la desobediencia y la falta de rendirse por completo.
- Declaren que por la Sangre del Cordero Inmolado de Dios, son redimidos, justificados, santificados de toda maldad, y que todo pecado es perdonado y lavado.
- Apliquen específicamente la sangre que brotó de los pies de Jesús, que es aquella que los ubica en el lugar correcto (nación, ciudad, barrio, trabajo, universidad), el en tiempo correcto (no les permite ni apresurarse ni quedarse de la bendición) y con las personas correctas (toda persona que esté siendo un velo y que esté corrompiendo sus vidas, sea alejada. Que vengan las personas correctas, que edifican y son de ejemplo).
- Tengan un tiempo para reclamar la promesa completa: “a causa de la obediencia, Dios nos hará una nación grande, nos bendecirá, engrandecerá nuestro nombre y seremos bendición a otros”