Seamos buenos administradores

Seamos buenos administradores
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría”. – Salmo 90:12 NVI

Algo en qué pensar
Todo lo que existe, lo que podemos ver, lo que palpamos a diario, es sencillamente la Creación de Dios en su máxima expresión. El salmista David dijo: “Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que en él habitan”. (Salmo 24:1)

Nos da a entender que todo fue creado por Él, y cada uno de nosotros estuvimos dentro de ese plan perfecto. Es por esa razón que somos esos embajadores del reino de Dios aquí en la tierra para cuidar y administrar cada recurso que Dios puso en nuestras manos.

Desarrollo
1. ADMINISTRADORES DE LA GRACIA
Gálatas 2:20a
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”.
La gracia es un regalo inmerecido, un favor que viene de parte de Dios sobre nosotros a pesar de nuestras faltas, pecados y errores.
Cuando abrimos la puerta de nuestro corazón a Jesús y
le damos el primer lugar, desde ese momento estamos adoptando una nueva naturaleza y estamos dando la espalda al pasado y a una vida de pecado.
Cuando recordamos el sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario, y entendemos que Él derramó hasta la última gota de Su sangre por amor a nosotros, podemos declarar con seguridad y convicción que ya no somos dueños de nuestra propia vida, de nuestro cuerpo, de nuestras decisiones, sino que Él es quien vive en nosotros, y a partir de ese momento, debemos ser buenos administradores de esa Gracia Divina que se nos es entregada por Su misericordia.
“Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores”. (1 Timoteo 6:10 NVI)

2. ADMINISTRADORES DE LOS RECURSOS FINANCIEROS
Deuteronomio 8:18a
“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas”.
Dios nos dio la potestad y la habilidad para administrar recursos financieros, y nos creó para que nosotros no seamos dominados por el dinero, sino que por el contrario, tengamos autoridad sobre esa área y no caigamos en tentación.
Debemos ser cuidadosos en que el trabajo, los negocios, las riquezas, el poder financiero, no ocupen el primer lugar en nuestra vida y así olvidemos a Dios por completo. Por eso la Palabra dice que debemos acordarnos de Dios, porque sólo Él es quien nos da el poder para prosperar y la habilidad para cuidar y administrar muy bien nuestros ingresos. Recuerda, ¡Dios quiere que seamos grandemente bendecidos en esta área!

3. ADMINISTRADORES DEL TIEMPO
Eclesiastés 3:1 NVI
“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo”.
Todos sin excepción contamos con 24 horas al día, siete días a la semana. Pero, ¿por qué crees que hay personas más productivas en sus actividades si todos tenemos el mismo tiempo? Sencillamente porque tienen la capacidad de administrar el tiempo e invertirlo de una mejor manera.
¿Cuánto tiempo de tu día pasas revisando tal vez tus redes sociales? O, ¿cuántas horas al día dedicas para leer, instruirte, prepararte, crecer intelectualmente? Dios nos creó con una inteligencia particular, que solo puede ser desarrollada y estimulada cuando nos determinamos a prepararnos y ser mejores en lo que hacemos. Tal vez algunos piensan que ya han dejado pasar los años más productivos de su vida, que después de cierta edad no hay mucho en lo cual crecer, pero te vas a sorprender si tomas la determinación, guiado por el Espíritu Santo, de invertir mejor tu tiempo. ¡Nunca es tarde para empezar y seguir creciendo!
La mejor manera de invertir el tiempo es cuando las primeras horas de tu día las dedicas a la lectura de la Palabra, cuando tienes esos tiempos de comunión íntima con Dios, porque ahí es donde recibimos la fuerza, el ímpetu, la fe para salir a la conquista diaria.

4. ADMINISTRADORES DEL MINISTERIO
Proverbios 27:23
“Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas”.
Si eres líder, o tal vez aún no lo eres, Dios ya ha pensado en ti para que puedas ser una persona de gran influencia sobre otros y puedas bendecir a otros a través de un consejo, unas palabras sabias, un abrazo o un gesto de generosidad.
Si conoces personas a tu alrededor con una fuerte necesidad, Dios te ha llamado para ser luz y rescatarlos de las tinieblas. Últimamente se escuchan a diario casos de personas que sufren de depresión, ansiedad, crisis emocionales, y esto los lleva al suicidio.
Por eso, si sabes de alguien que ha batallado espiritualmente con estas situaciones, debes estar en contacto constante con esas personas, orar por ellas a diario, visitarlas y siempre desatar ese soplo de vida que viene del Espíritu Santo.

Oración y Ministración

  • Prepara de antemano un recipiente y reparte a cada integrante de tu célula un papel en blanco.
    Guíalos a que puedan colocar en ese papel cualquier limitante que no les ha permitido ser buenos administradores como Dios demanda de nosotros (pecado, culpabilidad, un pasado oscuro, argumentos financieros, pereza, negligencia, desánimo, falta de compasión, etc).
  • Al comenzar a orar, llévalos a visualizar la cruz del calvario, y como por medio de la Sangre del Cordero inmolado de Dios, todo argumento que fue escrito en ese papel va a ser destruido.
  • Que ellos puedan confesar todo lo que les ha impedido la conquista, y en un acto de fe, tomen el papel donde escribieron, lo destruyan en pedazos, y lo depositen en el recipiente, que representará la cruz.
  • Al finalizar, tengan un tiempo de acción de gracias, donde declaren que son libres por la Sangre de Jesús, que no hay argumento alguno pendiente, y que determinan delante de Dios vivir para Él, y ya no más para ellos mismos. Amén.

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