Una Mente Renovada

Romanos 12:2 NVI
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

ALGO EN QUE PENSAR

El apóstol Pablo en su carta a los Romanos, recuerda cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas: Él no quiere ver a Sus hijos en escasez, o en conflictos familiares u opresión emocional o espiritual, sino que anhela que podamos experimentar la plenitud de Sus promesas. Por eso debemos entender que Su voluntad para nosotros es buena, agradable y perfecta, y sólo hay una manera de que se cumpla en nuestra vida: que nuestra mente sea renovada. Dios anhela transformar nuestros pensamientos y entendimiento para que podamos vivir constantemente en victoria y conquistando lo que Él nos ha prometido.

DESARROLLO

1. PERMITIR QUE DIOS EXAMINE NUESTRA MENTE

Salmo 139:23-24
“23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.”

Es necesario estar constantemente examinando nuestra vida, pero en especial, nuestros pensamientos. Por eso el salmista David le expresa a Dios: “examíname y pruébame, para ver si hay caminos de maldad en mi vida”.
La Palabra dice: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” (Proverbios 23:7a). Es decir, que cada pensamiento que permitimos y aceptamos, nos lleva a actuar, tomar decisiones y reaccionar de cierta manera, y afecta directamente nuestras acciones y nuestro comportamiento.
Para esto es necesario todos los días revestirnos de la armadura del guerrero como lo encontramos en el libro de Efesios 6:13-17. Específicamente debes hacer uso de la primer arma espiritual de defensa hacia nuestros pensamientos que es el cinturón de la verdad. Cuando revistes tu mente con este cinto, estás haciendo que todo poder de las tinieblas que quiera gobernar tu mente retroceda y puedas experimentar libertad.

2. SOMETER NUESTROS PENSAMIENTOS A CRISTO

2 Corintios 10:4-5 NVI
“4 Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. 5 Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.”

¿Sabías que detrás de un pensamiento hay una personalidad espiritual? La mente del ser humano es un campo de batalla donde aterrizan pensamientos de bien o de mal. El enemigo sabe que cuando logra ganar terreno en la mente de una persona, ya la puede dominar y puede doblegar su voluntad. Por eso es importante lo que dice la Palabra, que debemos tomar autoridad y renunciar a todo pensamiento contrario al conocimiento de Dios. No podemos aceptar la mentira y el engaño del adversario cuando quiere sembrar en nuestra mente semillas de duda, incredulidad, temor, fracaso, derrota, inferioridad, etc, porque al aceptarlos, se convierten en fortalezas que atan, oprimen y llevan a la destrucción.

Por el contrario, cuando nuestros pensamientos tienden a ser de fe, amor, esperanza y bondad, es porque nuestra mente está siendo controlada por el Espíritu Santo y por lo tanto está sometida a la obediencia a Jesús.

3. LLENA TU MENTE DE LO CORRECTO

Filipenses 4:8
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

¿Cómo podemos renovar nuestra mente? ¿Cómo podemos renovarnos en el entendimiento? La única manera es cuando tenemos contacto con la Palabra. Cuando escuchamos la voz de Dios, Él guía cada área de nuestra vida, inclusive lo que pensamos. El apóstol Pablo da su opinión con respecto a lo que un hijo de Dios debe pensar a diario: en todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, lo puro, lo amable, lo de buena reputación, todo lo que alabe a Dios. ¿Cuántas veces nuestro primer pensamiento en la mañana es de angustia, desesperación, duda, tristeza, queja, desánimo? Hoy debemos pedir tener la mente de Cristo, y esta transformación solamente viene por el oír la Palabra de Dios, porque ahí es donde viene la fe para conquistar a diario.

Es tiempo de tener una mente conquistadora, donde podamos salir de las paredes de la iglesia, y podamos conquistar esferas de influencia en la sociedad: en las artes, la política, las leyes, los medios audiovisuales, etc. ¡Nunca es tarde para comenzar a prepararte y ser excelente en los talentos que Dios puso en ti!

ORACIÓN Y MINISTRACIÓN

Lee en voz alta lo que dice Efesios 6:13-17. Comparte con tus invitados a la célula lo que entienden de estos versos. Explícales que deben ceñir sus pensamientos con el cinto de la verdad, para que toda mentira del enemigo salga de sus mentes.

Llévalos a aplicar la Sangre del Cordero Inmolado de Dios, que es aquella que destruye al espíritu de Barjesús (lleno de todo engaño, lleno de toda maldad, hijo del diablo -desobediencia y rebelión- y espíritu enemigo de toda justicia que ha trastornado los planes rectos de Dios).

Visualicen la Cruz y declaren lo que dice Colosenses 2:14-15 “14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”.

Lleven cautivo a la obediencia a Cristo todo pensamiento negativo, de fracaso, de inferioridad, de derrota, de muerte, de enfermedad, y destruyan esos argumentos en la Cruz.

Ten un tiempo de adoración, preferiblemente con una canción que hable del poder que hay en la Sangre de Jesús y de la gratitud, y por medio de esa alabanza, Dios transformará la mente de tus discípulos y cambiará el ambiente espiritual alrededor. Amen.

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